miércoles, 14 de febrero de 2007

Una para mi pipa Luigi
(pequeño homenaje a Luis Arbotto)

No es la primera vez que se cubren de rojas
las muertes que me rozan las palmas de las manos,
y quiebran mis costillas y destiñe las hojas
que escribo en esta tinta feroz de los humanos.

Cuál es la diferencia que busco en el consuelo
de morirnos de a uno poblando cementerios
a morir todos juntos en hermandad de duelo
como me muero ahora, herido de misterios.

La muerte puede a veces querer enfurecernos
intenta despoblarnos vaciando los espejos
en ese caso es bueno suponernos eternos
y empujar pa delante como caballos viejos.