Talcahuano y Corrientes
Hoy es el día.
Lo imagino radiante como una primavera
con su zumbo amarillo y sus racimos rojos.
Ella inmóvil allí, con sus ojos celestes,
con el cuerpo brillante como una enredadera;
un instante después, cuando cesó la lluvia,
esperando a este tronco potenciado en glaciares
que tiende a derretirse con cada despedida.
Hoy es el día,
del caluroso encuentro y las sublimes hordas
de miradas ardientes.
Redescubriendo
lo desentrañable
y sopesando el alma.
Hoy es el día
y tengo en mis entrañas la fuerza anestesiada
y el triste torbellino de soles estallando.
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